miércoles, 30 de abril de 2008

Lo que el ojo no ve | La vuelta de Manchester

Normalmente un relato comienza por el principio, cierto, pero ya os explicaré el sábado como comenzó el viaje a Manchester, los detalles curiosos y las anécdotas. Creo que hoy es mejor reflexionar y, por eso, me gustaría hacer un retrato de lo que se vivió ayer en la vuelta de Old Trafford.

Como suele suceder, a la salida del campo, los periodistas nos quedamos siempre los últimos porque tenemos que esperar a que salgan los jugadores por zona mixta y después nos toca recoger.
Normalmente, la cosa no se demora mucho y coincidimos en el control del aeropuerto con los propios jugadores, el staff técnico y la directiva. Ayer no sé qué pasó pero dio la casualidad que la plantilla llegó mucho antes y ya había pasado el control. ¿Será porque se dieron prisa para evitarnos?

El caso es que servidor estaba en directo en el programa de la noche justo desde que salí del Teatro de los Sueños. Tenía que ver a los jugadores, contar las caras, conversaciones etc. Así que me colé. A lo ‘Pibito’ pasé entre la gente para pasar de los primeros y dirigirme rápidamente a la sala de espera. De hecho, cuando crucé la puerta, sólo estaban los jugadores y demás y yo.

Disimuladamente me coloqué en un rinconcito de la sala y, cuando me dieron paso, conté todo lo que estaba viendo. Ahí va.

Laporta: Primeramente estuvo hablando con José María Mesalles, representante de Samuel Eto’o. Después entabló una conversación con el presidente de la RFEF, Angel María Villar que, a parte de ponerse camisetas del Real Madrid, tenía la geta de sonreír.
Después, Laporta se sentó con Txiki y, posteriormente, hizo lo propio con Rijkaard.


Rijkaard: Sólo entrar en la sala se colocó en un rincón, justo al lado de los cristales que daban a la pista donde tenía apoyada la cabeza. Su mirada estaba completamente perdida. Después estuvo durante más de 15 minutos hablando con el presidente en un tono muy relajado. Al término de la misma se quedó mirando al suelo hasta que tocó subir al avión.

Messi: Sin duda, es el jugador que estaba más tocado. Estuvo media hora de reloj sentado sólo entre aficionados mirando al suelo. Sin levantar cabeza. Después estuve hablando con un amigo periodista que estaba a su lado. Loe levantó la cabeza y pareció interesado en lo que estábamos comentando. Yo explicaba que estuve visitando el campo del Manchester City y le enseñaba fotos a mi compañero. Messi hacía el gesto de ir mirando de refilón, hasta que le puse la cámara delante y estuvimos comentándolo un poco. Después me enseñó el recuerdo que se había llevado de Old Trafford: una rascada que todavía sangraba en la rodilla derecha. “Tranquilo Leo, te queda cuerda para rato”, le dije. Sonrió, me chocó la mano y subí al avión.

Touré Yaya: Fue el que me dio más pena. Estaba sólo, aislado en una punta de la sala. Con las manos en la cabeza y mirando al suelo. Tenía el rostro completamente desencajado. En su lamento entendí que podía estar pensando en todo el sacrificio que sólo él ha hecho. Gracias Touré.

Eto’o: Otro que tal. Sentado entre amigos suyos estaba con la cabeza alta pero con una cara de mala leche increíble. De vez en cuando mandaba algún mensaje con el móvil, levantaba la cabeza y otra vez la cara de mala uva. Después se quedó hablando con Mesalles que, cada dos por tres, hacía el gesto de vigilar a ver quien podía escuchar lo que estaban comentando. ¿Por qué sería?
Puyol: En el ranking de tocados estaría el cuarto. Se sentó justo delante de mí con un amigo. Iban comentando lo que había sido el partido mientras se tapaba la boca con la tarjeta de embarque para que no le leyera los labios. Comía chicle sin parar. De hecho, con el ansia se puso en la boca unos 4 o 5 chicles seguidos.

Henry y Gudjohnsen: Estaban sentados justo detrás de Puyol, junto con el preparador físico Albert Roca (gran amigo de Guddy). No se les veía muy afectados. De hecho, hasta el islandés gastó alguna broma. Hubo un momento en que Roca fue a comprar unas patatas, entonces quedó un hueco entre los jugadores que se aprovechó como espacio para el fotografiado. Eso parecía Port Aventura.

Valdés y Jorquera: El suplente viajó con el equipo pese a estar lesionado. Podríamos decir que es la única cosa que ha hecho bien en toda la temporada además de lesionarse. Los dos hablaban distendidamente. Valdés, con su chulería innata, perdonaba vidas con la mirada. El de Bescanó, por su lado, sonreía en algunos momentos. No hay derecho.

Deco: Sorprendentemente, también estaba completamente sólo. Con las gafas tamaño XXL, tirado hacia atrás del asiento, con la música puesta y los ojos cerrados. Aislado, como lo está en el vestuario, pensaba que eran sus últimos días con el chándal que vestía.


Xavi y Bojan: El de Terrassa estaba con amigos, novia y familia en el fondo de la sala. Con las piernas encima de la maleta, se le veía completamente relajado. Gran ejemplo de uno de los capitanes, sí señor. (Ironía, claro)
Bojan, por su lado, estaba con sus padres. Y después recibió la visita de Claudio, el amigo de Rijkaard al que dedicaré un capítulo. Por favor, que no dejen que este personaje se acerque a él.

Iniesta: Estaba triste. Aunque si yo tuviera su novia no lo estaría tanto. Hablaba con ella sentado de lado, como intentando evadirse de todo lo que se vivía allí.

Thuram y Zambrotta: Son muy amigos y ayer al ‘abuelo’ le tocó consolar al italiano. Siendo sincero os diré que se le veía bastante afectado por el regalito a Scholes. Sé que ‘Gianlu’ no es el que imaginábamos, pero ayer me dio mucha pena.

Sylvinho y Edmilson: El que me dio más rabia de toda la sala de espera fue Edmilson. Estaba justo en el centro pero parecía como si estuviera en una burbuja. Hablaba de restaurantes con el directivo Boix sin pensar que había gente escuchándole. Suerte que se va a Inglaterra.
Por su parte Sylvinho, escuchaba pero no participaba del debate. Chico listo.

Total, que aquí tenéis el retrato. Y culmino con la frase que me dijo un directivo para que veáis el sentir de la junta: “ahora hay que aguantarles (a los jugadores) porque si no, no quedamos ni quintos. A final de temporada va a haber limpieza”.
Esperemos que sea verdad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oriol,

Me preocupa mucho el "personaje" Claudio y tengo la intuición del pasotismo in crescendo del Sr. Xavi Hernández.