martes, 20 de mayo de 2008

Ori Fogg | El último tramo, Murcia

Se acabó la temporada y, con ello, también los viajes por España. Un descanso no viene nada mal, pero os aseguro que lo echaré de menos.
Sentimentalismos al margen, este fue uno de los desplazamientos más extraños que he vivido, más que nada porque partimos de Barcelona el mismo día de partido, como si se tratara de un amistoso (que casi…).

El vuelo salió a eso de las 11 de la mañana, con lo cual, las caras de la gente eran un poema. El que salió, el que tuvo que darle el biberón a la hija… Digamos que el viaje de ida parecía un entierro.

En la lanzadera coincidí con Puyol, Pinto y Messi. El portero que se ha tragado 8 goles en 3 partidos le preguntó al capi por un trozo de brazo que llevaba tapado. Puyol le comentó que es el nuevo tatoo que se ha hecho. A eso que Pinto le explicó la anécdota de un amigo suyo que se tatuó una letra china sin saber su significado y al final resultaba ser "coche veloz". Messi se reía mucho.
Por otro lado, justo detrás mío y cogido de la barra del autocar estaba Thierry Henry. Desde la otra punta, Roger Saperes se partía de risa. Me decía que estábamos de foto. Como si me hubiera encontrado a Titi en el bus por la mañana de camino a la universidad.

Al llegar no hubo ni la rueda de prensa de rigor de Rijkaard, así que nos fuimos al hotel. Media horita en la habitación y a comer. Os recomiendo un restaurante llamado La Pequeña, donde podéis comer uno de los mejores platos que habréis probado nunca: los huevos de Miguel. Suena mal, lo se. Pero nada más lejos del sabor o, eso es lo que cuentan, porque yo opté por las llamadas “alcachofas de la abuela”. Buenísimas, sí señor. Eso en el pica pica, con algo de jamoncito, foie, revuelto de setas… Ideal, vamos.

A eso de las 4 y poco terminamos de comer y optamos por tomarnos una copa. Pensaréis: anda que podías encontrar algo a esa hora. Pues dimos en el clavo. Un bar de copas abierto a las 5 de la tarde y con ambiente de gente de edad idónea. Nada de quinceañeros, no. Situado en la Plaza de las Flores está el 609, donde si no miras el reloj te piensas que son las 3 de la madrugada. De hecho, eso fue lo que nos pasó un poco, porque salimos de ahí un poco tocados.

Fuimos al hotel, una horita de siesta, ducha y al campo. Aquí tenéis la primera imagen que te llevas de la Nueva Condomina, un campo precioso que no merece estar en Segunda, de verdad.


Un día os haré un ranking de los campos de Primera División y veréis como el del Murcia está entre los de arriba. Con capacidad para 31.100 espectadores, es coqueto y moderno al mismo tiempo. Me gustó mucho y además te dan facilidades para trabajar. No hay bancos ni sillas para seguir el partido desde la zona del césped pero eso es lo de menos. Como veis, es nuevo, pero además está cuidado.


Y para que os podáis hacer una idea de cómo veo el campo mientras trabajo, aquí va esta foto. Podéis apreciar que se ve poca cosa, pero que si sucede algo en la otra punta (como que Messi hace el gesto de pinocho para celebrar un gol) yo tengo que verlo y cantarlo.


Además, tanto la sala de prensa como la zona mixta tienen bastante espacio y permiten trabajar con tranquilidad. Y eso que el partido terminó y a la media hora ya nos teníamos que ir marchando porque nos esperaba el avión. Esta situación en la zona mixta tampoco os la había enseñado nunca y es curiosa esta foto porque tiene todos los componentes. Os explico.

En primer término podemos apreciar una señora de color que espera cámara en mano al Eto’o de turno que sólo se para si eres negrito. ¿Qué hace esta mujer aquí? Pues simplemente hacerse fotos. ¿Y no molesta? Sí, mucho, pero estamos acostumbrados a que en muchos campos se cuela gente para pedir autógrafos mientras tu te rompes los cuernos para que te contesten a 4 tristes preguntas.
En segundo lugar veis un chico joven vestido de traje. Se trata de Sergi Nogueras, uno de los de prensa del primer equipo. Es nuevo y es buena persona, así que al pobre se lo comen.
Y por último, si dais con la cinta que delimita nuestro paso (de color rojo), veréis que hay un momento en que se ve asaltada. Ese personaje de espaldas es Alfredo Martínez, de Onda Cero. Es el jabato de las zonas mixtas, un gran luchador. De hecho, si la barrera fuera una barra de hierro, veríais al pobre Sergi empotrado en la pared. Alfredo lo hace todo para conseguir un protagonista, todo.


En fin, que llegamos a Barcelona a las 3 y poco de la madrugada y despedimos la temporada. Roger Saperes (Rac1), Iván Álvarez (COPE), Carles Escolán (Radio Marca) y servidor han cumplido y aguatado una temporada entera. Nos abrazamos en la Terminal, a modo de corrillo pre partido, me agaché, di 4 gritos de ánimo y cantamos a coro aquello de “si alguien tiene los huevos de decirme a la cara…”.

El año que viene, más viajes. Espero…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tres matices:

1. No me creo que escucharas una conversación entre Puyol y Pinto sin recibir una gran paliza por estar allí cerca, al acecho. Y Puyol, con su 'bade retro los periodistas al infierno' no te hubiera tatuado la cara con el suelo de la jardinera.

2. Murcia no puede ser uno de los mejores campos porqué no funcionaron las lineas RDSI. Además el campo huele mal, como a moro.

3. Alfredo Martínez es bueno. Más que Nogueras. Las apariencias engañan. El año que viene lidiarás con él en Soria, Gijón...