sábado, 10 de mayo de 2008

Ori Fogg | El Bernabeu, sorpresa agradable

Que un culé hable maravillas de algo del Real Madrid es algo que duele de verdad. Pero esto del periodismo no me deja mentir y debo ser sincero al decir que, en cuanto a organización, la casa blanca le pega mil patadas al Barça. Os contaré mi viaje a Madrid.

La ida fue como siempre. Día despejado pero con turbulencias en el avión, curioso reflejo de la situación que vive el club azulgrana.
Llegada Madrid a eso de las 19:00 y viaje en autocar hasta el hotel del Barça para la rueda de prensa de Rijkaard. Esta vez con nosotros no viajaban directivos sino aficionados. En total 3. Increíble para un equipo como este.
Después al hotel, ducha y a la radio para preparar el programa previo al clásico. Allí estuve con mis compañeros, que me trataron fenomenal, y con los colaboradores del programa: Elías Israel, Roberto Palomar, José Damián González, Pipi Estrada y, como no, el jefe Joseph Pedrerol.

Al término del mismo nos fuimos de copas a una discoteca recomendable llamada “Garamond”. Aunque también os puedo recomendar el Keeper, un local con un nivel altísimo, ya me entendéis.

Paso al día siguiente. Al mediodía estaba prevista la comida de directivas y una pequeña rueda de prensa de los presidentes en el mismo Santiago Bernabeu. Este acto se hacía en la sala de juntas. Un espacio que me dejó helado. En primer lugar hay un retrato dibujado de todos los presidentes que han estado al frente de la entidad. Y, por otro lado, están las tropecientas copas de Europa de fútbol y las otras tantas competiciones europeas de baloncesto. Todo bien colocado, limpio. Daba envidia, de verdad.

Posteriormente me fui a comer justo al lado del estadio, a un sitio donde es recomendable comer pincho de tortilla. José Luís se llama el restaurante.

Y entonces ya salto al momento de conocer lo que es el coliseo madridista. En primer lugar os comento que los accesos son bastante complicados por el hecho de que hay dos tipos de acreditaciones y tienes que ir marcándola cada dos por tres. Cosas de seguridad.
Entonces hay un ascensor que te lleva a la zona de prensa. Un rincón impresionante donde también están las cabinas de tele y radio. Sólo entrar te entregan un dossier encuadernado con todos los datos del partido. Impensable en el Camp Nou.

Después te permiten situarte donde te de la real gana. Donde estés más cómodo mientras no molestes. Además, los miembros de seguridad dialogan. Sí sí, lo juro, miembros de seguridad y diálogo juntos. Increíble.

Por otro lado, en la sala de prensa hay un cristal con locutorios para los de radio, más que nada para poder hablar con tranquilidad cuando hay rueda de prensa. Parece una cosa simple, pero no hay ni un solo campo de primera división que lo tenga.

Y detalles como que en cada entrenamiento hay parte de lesionados, que hay acceso total a los futbolistas o que te regalan bebidas hacen que uno se rasgue las vestiduras. Es tan sencillo como que en el Barça, si quieres saber qué hacen los lesionados tienes que perseguir a los de prensa, que hay una valla que te separa de los jugadores o como que hay una máquina medio estropeada de bebidas en la sala de prensa. Triste de narices.

Hasta aquí. Os podría contar mucho más, pero a uno ya comienza a dolerle el corazón. Por otro lado os preguntaréis: ¿Por qué esta vez no hay fotos? Pues la respuesta es simple: porque me olvidé la cámara en casa. ¿Queriendo? Quizás sí.

Termino con una reflexión real. Viendo y viviendo lo del miércoles me da la sensación que lo del Barça es de club de barrio. No miento.

P.D: Los que organizan el viaje, el RACC, fantásticos como siempre. Todo gracias a Júlia, por supuesto.

2 comentarios:

Rodrigo G. Fáez dijo...

Bernabeu sorpresa agradable... Keeper local de alto nivel... Pincho de tortilla en José Luís... Vas a acabar merengue.

Julia dijo...

Ori,
Que sigui lectora del teu blog no vol dir que ens hagis de pilotejar, eh?
Je,je!!!