La caja fuerte | Verdades sobre Giovani Dos Santos

Hace ya un tiempo, en la sala de espera del aeropuerto, hablaba con Giovani Dos Santos. Tengo buena relación con él y creo que ha sido sincero conmigo durante este año que hemos compartido. De hecho, este último día tuvimos una conversación bastante profunda de lo que ha sentido jugando en el primer equipo y compartiendo vestuario con las estrellas.

Os diré que ese mismo día le pregunté qué sería de su futuro y tajantemente me confesó que se marcharía. De primeras me sorprendió bastante, pero lo fui entendiendo a medida que transcurría su relato.

En primer lugar también os quiero poner en situación. Es decir, este chico con 18 añitos, y como es lógico, está muy influenciado por lo que dice y piensa su familia. Y, por desgracia, cuenta con un padre que más que mirar por su hijo mira por su cartera. De hecho, los pajaritos que tiene Gio en la cabeza son, en gran parte, culpa de Zizinho, su padre.

En todo caso, no le daremos toda la culpa a su familia. Me comentaba que no se ha sentido nada bien en el vestuario. “Cada uno va a su bola” me decía. Además, me comentó que no han ayudado en nada ni a él ni a Bojan a integrarse en el grupo, todo lo contrario. Ni conversaciones intentando enseñar, ni palmaditas en la espalda… nada de nada. ¿Es lamentable no?

Por otro lado está el flaco favor que le ha hecho la afición culé. Y es que me indigna recordar los pitos que le ha regalado el Camp Nou en más de una ocasión. “Es algo que no puedo aguantar. Piensa que cuando me han pitado 5 veces por tocar el balón ya no me siento con fuerzas de intentar el uno contra uno y mi juego se basa en eso, en mi habilidad, potencia y velocidad. Pero si no me veo con corazón para regatear, ya no estoy dando todo lo que puedo”.

Se que ante estas frases algunos vais a pensar que si se hunde por eso es porque no sirve para el Barça. Puedo comprender este pensamiento viendo al señor Messi, pero debemos pensar en varias cosas:

La primera es que de Messi solo hay uno y que si esperamos que todos sean como él, vamos listos.
La segunda es que Giovani es un chico que ha tenido la suerte o la desgracia de coincidir con Bojan. El de Linyola se llevaba los aplausos y él los pitos cuando diríamos que sus aportaciones en algunos casos eran similares.
Y la tercera es que Giovani no ha contado con una continuidad que le haya permitido demostrar lo que vale.

Concluyo este relato con las últimas frases que cruzamos ese día. “Tengo ganas de triunfar, de jugar, de demostrar que valgo de verdad para el fútbol porque me gusta muchísimo”.

Yo, señores, creo en él. Creo en un jugador válido al que todavía se le podría haber enseñado mucho. Creo en sus posibilidades, en su carácter ganador, en sus ganas de demostrar al mundo que puede ser un jugador importante. Creo que se equivoca marchándose, pero lo veo lógico. Y por último creo que va a volver, al menos eso espero porque es una gran persona.

Hasta siempre Gio